27 de noviembre de 2016

Balneario Caldas de Nocedo

El Balneario de las Caldas de Nocedo se encuentra a medio kilómetro al norte del pueblo de Nocedo de Curueño, pertenece al ayuntamiento de Valdepiélago y está junto al río Curueño y a la antigua calzada romana a la Vegarada. 
Los habitantes de los pueblos cercanos solían acudir a bañarse y a beber las aguas medicinales y en 1900 Emilio Díez Ordoñez y su hermano Laureano levantaron el primer edificio del Balneario, ampliándose posteriormente con un hotel. 
Durante la guerra civil el balneario pasó a ser cuartel general del batallón AS-250 y encima del mismo prepararon una gran trinchera y abrieron una galería que comunica con otra posición sobre el pueblo de Nocedo. 
Finalizada la guerra, se repara el balneario y se levanta un piso más y en 1.941 se construye un nuevo edificio para hospedería de segunda y tercera clase, que disponía de cocina común. 
En una capilla anexa al balneario, se celebraba misa y rosario diario, para sanar el alma además de las dolencias corporales.
Las aguas termales salían del manantial a 27,5ºC, y estaban indicadas para reumatismos, afecciones del corazón, hipertensión arterial, bronquitís, procesos digestivos, intestinales y urinarios.

La mayoría de los asistentes eran de los pueblos leoneses y de León capital. Había un dicho popular que decía:                    
"Adíos Caldas de Nocedo
y sus aguas minerales.
Aquí dejamos nuestros dineros,
pero también nuestros males"
Vista de la fachada del hotel 
Fachada delantera del hotel abandonado
Fachada trasera del hotel junto al río Curueño
Edificio para hospedería de segunda y tercera clase levantado en 1.941
Capilla anexa al balneario
Situación de la trinchera sobre el Balneario durante la guerra civil
Galería que comunicaba las dos trincheras sobre el Balneario y sobre Nocedo
Trinchera sobre Nocedo de Curueño
Reportaje publicitario del Balneario 
Tarjeta postal enviada desde el Balneario de Caldas de Nocedo
Publicidad de Caldas de Nocedo, abierto del 15 de junio al 15 de septiembre
Había hotel con habitaciones con agua corriente y pensión completa desde 40 pesetas día
Y había hospedería con cama y derecho a cocinar con tu cuenta, desde 10 pesetas
Aplicaciones terapéuticas: bebida, baños, duchas, chorros, inhalaciones, hidroterapia
Indicaciones: reumatismos, afecciones del corazón, hipertensión arterial, bronquitís, procesos digestivos, intestinales y urinarios
 Publicidad  con indicación de que había coche para transportar a la gente desde la estación de tren de La Vecilla al Balneario


El 14 de agosto de 1905 se publicó en el diario El Mensajero Leonés el siguiente artículo:

En el más humilde rincón de la montaña de León, partido judicial de La Vecilla, hacia la parte Norte del pintoresco pueblo de Nocedo, como a un kilómetro de distancia, se ve un edificio que por su aspecto se distingue ser un Balneario titulado Caldas de Nocedo, como se lee e un gran rótulo en la pared del mediodía del edificio; se halla situado entre dos elevadísimas montañas a las márgenes del riachuelo de Lugueros, que en sus limpias y cristalinas aguas cría esquisitas truchas de que el bañista disfruta con frecuencia en la confortable mesa que se sirve en el Balneario, cuya fonda está a cargo del atento y simpático montañés D. Rafael Orejas, quien con la amabilidad que le caracteriza ofrece a los bañistas todo lo necesario para hacer su estancia en el Balneario más agradable y distraída; el viaje se hace con toda comodidad por el ferrocarril de Asturias a La Robla, tomando en ésta el económico de Balmaseda hasta La Vecilla, donde hay un cochecillo que a todos los trenes sale para el Balneario que en media hora conduce por pintoresca carretera a los bañistas al Establecimiento Balneario.

Son estas aguas termales-bicarbonatadas-sódicas, que hasta el año pasado usaban los bañistas al aire libre y por consiguiente sin comodidad alguna, pues bebían el agua en la fuente al descubierto y el baño lo tomaban en una charca que se formaba de las aguas sobrantes; no obstante el abandono y descuido de su propietario, acudían numerosos bañistas que, merced a la eficacia del principio medicativo que contenían las aguas, muchísimos bañistas recobraban su completa salud; en tal lamentable estado las adquieren dos hijos del país, los señores Diez y hermano, que animados por personas competentes en esta clase de asuntos, transforman aquello radicalmente, construyendo un hermoso y confortable Balneario que, sin grandes pretensiones, llena todas las indicaciones de esta clase de establecimientos; el edificio es de nueva planta, mide unos veintidós metros de largo por nueve de ancho aproximadamente, tiene, pues, hermosas y bien ventiladas habitaciones, elegante y espacioso comedor para bañistas de primera y segunda clase, con una preciosa galería que sirve de salón de recreo, con pintorescas vistas sobre el río que se desliza tranquilamente junto al Establecimiento; tiene un piso alto también con habitaciones a precios económicos y por lo tanto al alcance de las clases humildes; cuenta con distraidos paseos que los bañistas pueden usar sin peligro alguno, pues por la parte Norte puede utilizarse la carretera al pueblecillo de Villarrasil, puente de los Berdugos a los caseríos de Valdeteja pasando por las faldas de las imponentes montañas de roca que forman las renombradas hoces de Valdelugueros, en las que se encuentran a cada paso numerosas cuevas, como las de las palomas, la del fraile y otras cuyo origen se ignora; hay también otras veredas que por lo accidentadas son pintorescas y sorprendentes, en que el bañista encuentra solaz recreo; por la parte Sur se hallan los pueblos de Nocedo, Montuerto, Valdepiélago y otros; al Poniente del Balneario, pasando una hermosa collada, se halla muy próxima la célebre cueva de San Froilán, que es muy visitada por los leoneses, y al Oriente elevadas montañas, que con las cabras, ovejas y vacas que las recorren, ofrecen a la vista del observador un aspecto sombrío a la vez que elegante.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

un articulo muy bueno.

Anónimo dijo...

La publicidad a la que se hace referencia no es de la Guerra Civil, precisamente viene escrita en el periódico mencionado del año 1905.

Francisco Izquierdo Vallina dijo...

Buenísima información.gracias

Anónimo dijo...

El 14 de agosto de 1905 en el periódico El Mensajero Leonés no dice nada respecto al artículo en cuestión, tan solo refiere el recorte de La utopía del día a día.