12 de enero de 2011

Geología de La Mata

Mucho antes de que el hombre existiese, durante millones de años la geología fue configurando estas tierras. Si nos fijamos en el desmonte que hay junto al restaurante Las Colineras, a la entrada de La Mata, observamos materiales rojizos; en cambio, si miramos hacia el norte, las montañas por encima de La Vecilla presentan otros colores. ¿Te gustaría saber por qué?
Desmonte junto al restaurante Las Colineras, en La Mata de Curueño
Desde el punto de vista geológico, La Mata de Curueño está situada en el dominio Alpino, en el borde norte de la cuenca del Duero, colmatada por materiales terciarios y cuaternarios continentales que se apoyan discordantes sobre el paleozoico del borde sur de la cordillera Cantábrica.
Es decir, en la Península Ibérica se distinguen dos grandes unidades geológicas, el macizo Ibérico y el dominio Alpino y La Mata está casi a caballo  entre ellas.
El macizo Ibérico o dominio Hercínico está formado, en su mayor parte, por rocas precámbricas y paleozoicas, de edades superiores a los 290 millones de años. Son las rocas que vemos por encima de La Vecilla.
El dominio Alpino está constituido por rocas y sedimentos poco compactados, generados durante el Mesozoico y Terciario (aproximadamente entre 250 y 2 millones de años). Son los materiales de La Mata.
El limite entre  la zona Cantábrica y  la cuenca del Duero  es una línea que va por La Magdalena, La Robla, Matallana, La Vecilla, Boñar, Cistierna… y que coincide, más o menos, con el trazado del tren FEVE y de la carretera CL-626.

Por eso las rocas son muy diferentes. En las proximidades de La Mata, pero en la zona Cantábrica, que corresponde a la montaña leonesa, por encima del trazado del tren, se encuentran las cuencas carboníferas de Ciñera-Matallana y de Sabero;  rocas calizas como las cuevas de Valporquero,  la piedra de Boñar que sirvió para realizar, entre otros edificios,  la catedral de León o Peña Valdorria (1927 metros) que es el pico más alto que se ve desde La Mata; explotación de silicatos  en Valdecastillo, que se utilizan en la vidriera de León;  las minas de talco de Lillo; así como fósiles marinos  en Matallana, La Losilla o Colle, que demuestra que dicha zona estuvo sumergida en el océano hace millones de años.
En cambio, en La Mata y  en la ribera del Curueño, en la iberia arcillosa,  dentro de  la cuenca del Duero,  existen materiales terciarios recubiertos por mantos de conglomerados silíceos denominados rañas (depósito de cantos cuarcíticos mezclados con arcillas o arenas, que se extiende al pie de una cordillera o en el borde de una cuenca de sedimentación), que son los montes que  tenemos al este y oeste de La Mata y escalonados por materiales fluviales en llanura de inundación, mediante la erosión y los depósitos fluviales originados por el río Curueño, que corta perpendicularmente en dirección N-S.
Los materiales terciarios tienen una disposición tabular, es decir, prácticamente horizontales. El relleno endorreico de la cuenca se produjo en un medio continental, por materiales siliciclásticos, desde limos a conglomerados, que formaban sistemas aluviales coalescentes hacia el centro de la cuenca. El área madre se situaba en los rejuvenecidos relieves de los macizos paleozoicos de su margen.

Imagen tomada de La Crónica de León
Los sedimentos terrígenos del Terciario más profundos se denominan formación Vegaquemada, representada por ambientes sedimentarios fluviales. Por encima se depositó la formación Candanedo,  constituida por una coalescencia de abanicos aluviales,  conglomerados poligénicos con capas de fangos, que son visibles en el escarpe del río Curueño entre La Mata y Santa Colomba, y que están recubiertos discordante y erosivamente por  la formación Barrillos, que se caracteriza por un conjunto de abanicos aluviales coalescentes, de alta eficacia de transporte, con conglomerados silíceos en tránsito a capas de arenas y fangos, que ocupan la mayor parte de los montes de La Mata y alrededores y que representa el final de la sedimentación del Terciario.
A finales del Terciario tuvo lugar un cambio climático importante en todo el planeta, que pasó de ser árido a ser húmedo y las fuertes lluvias actuaron como principales agentes erosivos, modelando así el paisaje actual de esta zona.
El pueblo de La Mata y su vega se sitúan sobre suelos que pertenecen  al cuaternario y han sido desarrollados por depósitos aluviales de limos y arcillas de inundaciones asentados sobre el cauce del río, lo que ha constituido la zona agrícola productiva. 
Por último, si nos fijamos, vemos que el río Curueño presenta márgenes disimétricas, siendo la del oeste la de carácter más tendido, que hace que el río se encaje contra  la margen este del monte, así el pozo de la Olla o el pozo de los Asturianos se encuentran junto al escarpe del monte.

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